viernes, 28 de marzo de 2008
Jesús de Nazaret: sus huellas en la historia
CUALQUIER MOMENTO EN TIERRA SANTA DEBE SER APROVECHADO PARA GRABAR ESOS LUGARES ESPECIALES DONDE ESTUVO JESUS DE NAZARETH
Jesús de Nazaret: sus huellas en la historia
Elogios de la crítica y cerca de 50 mil ejemplares vendidos ha cosechado la obra "Jesús, una biografía". Será presentada en Chile por su autor, Armand Puig, el 4 de abril. Lo que dicen las fuentes antiguas y los descubrimientos recientes sobre la infancia de Cristo, su familia, su mundo judío y el contexto romano, su vida pública y privada son temas abordados por Puig en su libro y en esta entrevista.
ELENA IRARRÁZABAL SÁNCHEZ
"Un texto riguroso, que se sumerge en las fuentes históricas, cristianas o no, y que ha sido escrito con un estilo comprensible y de fácil lectura". Así comentó el conocido diario catalán "La Vanguardia" la obra de Armand Puig, cuando recién se presentaba en Cataluña en el año 2006.
Desde entonces, el libro ha vendido miles de ejemplares y ha sido traducido al español, rumano, portugués e italiano. Actualmente se prepara la edición en lengua inglesa.
Aunque la extensión de la publicación -poco más de 600 páginas- puede asustar a un lector no especializado, se trata de una obra escrita con lenguaje sencillo y fluido, que desde un ángulo preponderantemente histórico, sigue los pormenores de la vida de Jesús y el entorno judío, romano y helenístico en que se mueve.
La obra da cuenta también de la interpretación bíblica contemporánea y cita, con prudencia, una variedad de fuentes, entre ellas textos apócrifos, testimonios de Qumrán y los escritos de Flavio Josefo. Algunas de los documentos han emergido en recientes exploraciones arqueólogicas e históricas.
El resultado es un libro muy completo, rico en información y que incluye algunos capítulos apasionantes. Se centra en el Jesús terreno, pero no esquiva atisbos del Jesús divino.
Sacerdote vinculado a la comunidad de Sant' Egidio, Puig piensa que su libro "interesa a cualquier tipo de público, ya que no prejuzga las convicciones del lector. Como autor, explico que soy un sacerdote católico que escribe como biblista, es decir, como historiador y exégeta del Nuevo Testamento. Por otra parte, en la introducción señalo que, cuando me parezca conveniente, el lector va a encontrarse con retazos de teología. Las opciones se toman en la medida en que se pretende dibujar una figura completa de Jesús, con rigor y honestidad".
Desde Barcelona, Armand Puig (55) responde amable y con prolijidad. Deja traslucir un fino humor. Tiene un currículum respetable: doctor en Ciencias Bíblicas, decano de la Facultad de Teología de Cataluña, y coordinador del equipo de traducción de la Biblia Catalana interconfesional, entre otras responsabilidades.
-Usted ha señalado que "no hay nadie con un mínimo de rigor histórico que se atreva a negar la existencia histórica de Jesús". Es una afirmación drástica para un mundo cada vez más escéptico.
"No, es una afirmación ponderada y basada en los documentos que poseemos, sobre todo las referencias, muy pocas, de los autores helenísticos, como Luciano de Samosata y bar Serapión; también judíos (Flavio Josefo y el Talmud), romanos (Tácito, Suetonio y Plinio) y hasta islámicos (el Corán). Quien quiera afirmar que Jesús no existió debe explicar el porqué de estas fuentes históricas no cristianas, que van desde el siglo I hasta el siglo VII. La historia se elabora sobre fuentes antiguas, no sobre eslogans que sólo sirven para vender libros". Jesús terrenal
-El teólogo protestante Rudolf Bultmann dijo a mediados del siglo XX que lo que sabemos sobre Jesús cabría en una hoja de papel. Su obra tiene 619 páginas. ¿Qué es lo que ha permitido dar este salto?
"¡Evidentemente, no se han multiplicado por 619 los documentos históricos sobre Jesús en los últimos setenta años! El problema consiste en el uso de las fuentes que están a nuestro alcance y en los criterios con que se estudian y se analizan".
"Para Bultmann era inútil preguntarse por el Jesús histórico porque, decía, no sabemos nada de él. Su hipercriticismo era tan riguroso como estéril. Bultmann pensaba que la fe no debía sustentarse sobre la historia, porque, de ser así, ya no hubiera sido fe. Con otros muchos autores, pienso que la fe en Jesús incluye no sólo a Cristo resucitado, sino también al Jesús terrenal. Éste es también el planteamiento que la Iglesia hace de su fe en el resucitado".
-De los descubrimientos en torno a la época de Jesús, como los rollos del Mar Muerto en Qumrán o la biblioteca gnóstica de Nag Hammadi, ¿cuál considera el de más trascendencia para los conocimientos sobre Jesús?
"Qumrán, sin lugar a dudas. Los manuscritos del Mar Muerto reflejan un judaísmo sectario, pero de gran fuerza espiritual, cuyas intuiciones teológicas emergen también en ciertos textos paulinos y juánicos. Su concepto de mesianismo vinculado al anuncio de la buena nueva a los pobres y a los enfermos se encuentra igualmente en Jesús (Mateo 11). Sin embargo, yo no creo que Jesús fuera un esenio, ni Juan Bautista. Hay diferencias".
-Los esenios motivan varias páginas del libro...
"Los manuscritos esenios son importantes, sobre todo, para conocer a los esenios. Los cristianos de Jerusalén podrían haber tenido contactos con los esenios de Qumrán a través de miembros que vivían en el barrio de la Ciudad Alta. Sin embargo, el Bautista y Jesús predican unos mensajes que no dan ninguna importancia a las abluciones rituales, que eran fundamentales para los monjes de Qumrán. Por otra parte, éstos eran profundamente elitistas, espiritualmente hablando, y no me parece que Juan y Jesús marginen a nadie... Hay demasiadas diferencias".Canónicos y apócrifos
-En su libro, le asigna un alto grado de veracidad histórica a los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Algo que fue muy discutido cuando hace poco apareció el Evangelio de Judas.
"Más del noventa por ciento de lo que la crítica moderna puede inferir de Jesús se encuentra en los llamados evangelios canónicos. La razón es muy simple: son textos que se escriben entre los años 60 y 100 del siglo primero. Son, en consecuencia, los evangelios más primitivos, que han servido de modelo para todos los que han venido después, los llamados 'apócrifos', entre los cuales está el de Judas, que se escribió hacia el año 150. La Iglesia primitiva demostró tener mucho tino cuando 'canonizó' a los cuatro evangelios más primitivos, es decir, más próximos a Jesús y más ricos en informaciones sobre él. Lea seguidos los evangelios de Marcos y Judas, y verá cuál de los dos es más fiable".
-También utiliza como fuente algunos de los evangelios apócrifos. ¿Qué valor les asigna?
"Los apócrifos aportan una parte muy pequeña de lo que sabemos sobre Jesús. Por lo que respecta a la biblioteca de Nag Hammadi, los únicos textos nuevos que entran en consideración son 7 u 8 breves sentencias del Evangelio según Tomás, que parecen ser atribuibles al Jesús de la historia. El resto son materiales ya conocidos o bien declaradamente gnósticos y sin ninguna relación con el Jesús histórico".
"Me merecen mucho respeto algunas de las tradiciones contenidas en el Protoevangelio de Santiago o en el Evangelio de Pedro. Las Actas de Pilato (primera parte del Evangelio de Nicodemo) también contienen informaciones interesantes, pero de dimensiones reducidas.
El mundo judío
Armand Puig se incluye en la corriente que se conoce como la "tercera investigación" (Meier, Sanders, Theissen) sobre el Jesús histórico, que utiliza una variedad de fuentes y profundiza en el carácter judío de Jesús. "Me muevo en la llamada 'tercera búsqueda'. En esta corriente el carácter judío de Jesús es un tema de primera magnitud. Ningún personaje histórico se puede comprender sin conocer el contexto en que vivió. Jesús no es una excepción".
"El criterio central de mi estudio es el de plausibilidad. Implica que la figura de Jesús se analiza sobre dos horizontes: el judaísmo como contexto en el que nació, vivió y murió y la comunidad cristiana primitiva como ámbito del impacto que ejercieron sus hechos y palabras".
-¿Jesús fue considerado un rabino en su tiempo?
"Jesús fue considerado un rabino, porque hasta Judas en el Huerto de los Olivos se le dirige con este título (Mateo 26) y también lo hacen los dirigentes judíos, María Magdalena y la gente del pueblo. Pero sabemos también que la gente lo consideraba un rabino distinto, porque actuó y enseñó 'con autoridad', es decir, sin citar a otros rabinos más antiguos y venerables que él. Habla por sí mismo, sin recurrir a las opiniones de otros".Belleza antigua y nueva
-La resurrección de Jesús ocupa párrafos poderosos del libro. Señala que 'es el inicio de una nueva creación traspasada por la belleza'. ¿Cómo se acerca a esas palabras un no creyente?
"La figura de Jesús no deja indiferente a nadie, ni siquiera a los no creyentes. Los creyentes son invitados a vivir día tras día la fuerza de un amor que rompe muchas cadenas. Pienso que un no creyente puede encontrarse con la belleza transfigurada, con la amistad hecha carne, con la ternura de quien se siente llamado por el nombre. Expresiones diversas para expresar el encuentro con Jesús, tal como es narrado en Juan. Ahí aparece María Magdalena como una mujer no creyente, una mujer que piensa que el cuerpo de Jesús no está en el sepulcro porque alguien lo ha robado. Hasta que Jesús la llama por el nombre, y ella lo reconoce. Y cree. Reconoce a Jesús, que es el mismo y que es distinto, que es antiguo y que es nuevo, que tiene un cuerpo con las marcas del dolor y que a la vez es glorioso. Es la belleza de la Pascua".
-¿Qué relevancia tiene el maestro de una rural Galilea para un mundo como el nuestro?
"Creo que el mensaje del maestro de Nazaret está casi por estrenarse. Tras dos mil años de cristianismo estamos empezando. El Evangelio no es caduco, arqueológico, doctrina de otros tiempos. Un mundo global necesita figuras globales, y la de Jesús lo es. Sus palabras llevan los sabores de la Galilea rural, pero esto las hace más auténticas. No son una sabiduría atemporal, sin raíces. Están encarnadas en un lugar de la historia, y por esta razón cualquier historia humana -personal o colectiva- las puede hacer suyas".
"Jesús, una
biografía"
Armand Puig
Edhasa, 2006
619 páginas
Distribuido en Chile
por editorial Océano
$16.950.
Jesús cotidiano: su familia, su educación, su oficio
Armand Puig ilustra aspectos de la vida cotidiana de Jesús, en base a una variedad de fuentes.
NAZARET: 500 HABITANTES
"Nazaret era un pueblito de 500 habitantes. Lo sabemos porque, gracias a la ubicación de tres molinos de aceite, que los arqueólogos han podido establecer, se puede delimitar el perímetro de población. Las casas se encontraban dispersas, porque la orografía del terreno es accidentada y no permite una construcción continua, como en Cafarnaún. Nazaret no era importante. Lo afirma Bartolomé: '¿De Nazaret, puede salir algo bueno?' (Juan 1,46). La ocupación de sus habitantes eran la agricultura (los olivos) y el pastoreo".
EL PARTO DE MARÍA
"La muchachas judías se casaban jóvenes en esos tiempos. Cuando ya eran núbiles, enseguida los padres les buscaban un marido o un hombre se fijaba en alguna de ellas y la pedía en matrimonio a los padres. Esto sucedía cuando tenían entre los 14 y los 16 años. Por lo tanto, podemos deducir, a partir de lo que era la costumbre mayoritaria, que María dio a luz a su hijo Jesús cuando tenía entre los 16-17 años. Los datos, en este punto, no nos permiten ir más allá".
CARPINTERO Y HERRERO
"José, el padre legal de Jesús y el padre de José (Santiago o Jacobo) eran artesanos -acaso los únicos- en Nazaret. Entiendo por artesano a alguien que asegura todo lo referente a la estructura no directamente constructiva de la casa (puertas, mesas, ventanas, bancas, etc) y todo lo referente a las labores agrícolas (arados, yugos, etc).
Todos estos elementos combinan la madera y el hierro. Justino de Roma y las versiones bíblicas medievales árabes y catalanas dan fe de que Jesús podía haber sido experto en trabajar ambos materiales".
LA EDUCACIÓN DE JESÚS
"En mi libro señalo que Jesús empezó a memorizar los textos de la Ley en casa de sus padres, pero que fue en la sinagoga de Nazaret donde aprendió a leer y a escribir. Las sinagogas ofrecían este servicio pedagógico a los padres que así lo deseaban, y los padres de Jesús eran judíos piadosos. No era una escuela diaria reglada, sino más bien una escuela semanal; además, es difícil concebir un carpintero-herrero que no sepa apuntar las medidas de sus piezas. La prueba concluyente es que Jesús fue considerado un "rabí", es decir, un maestro, por todos sus contemporáneos. Y es evidente que un experto en la Ley debe poder leerla y discutir sobre ella. Si Jesús dialoga en pie de igualdad con los escribas de su época, es porque no era un iletrado".
LOS HERMANOS DE JESÚS
Puig expone la hipótesis de que José era viudo y con seis hijos cuando desposó a María. "La tesis ya era habitual en el siglo II. Tres textos apócrifos (Protoevangelio de Santiago, Evangelio de Pedro, Evangelio de Tomás) lo dan por sentado. El dato provenía de la Tradición y era aceptado sin más. Hacia el año 400, San Jerónimo defendió que los "hermanos" eran parientes próximos, primos hermanos, con buenos argumentos filológicos. Efectivamente, 'hermano', en hebreo, puede significar 'primo hermano'. Hoy, Occidente sigue a San Jerónimo, mientras en Oriente prevalece la primera opinión. No hay pruebas concluyentes, se puede escoger una opción. En cambio, los documentos históricos antiguos repiten una y otra vez, y debemos respetarles, que María tuvo un solo hijo, Jesús, y José no fue su padre biológico".
La fecha exacta de la crucifixión
Según Armand Puig, la crucifixión de Cristo habría sido el 7 de abril del año 30. "Es una fecha sobre la que existe un cierto consenso. Jesús murió en un día que era vigilia de Pascua. Entre los años 26 y 34, las dos únicas posibilidades son el 7 de abril del 30 y el 3 de abril del 33. Ahora bien, siguiendo a Lucas 3,1 (la fecha del inicio de la predicación de Jesús fue el año quince del emperador Tiberio, esto es, el año 28) y las informaciones del Evangelio de Juan (Jesús predicó durante tres años), se concluye que la fecha debe ser, probablemente, el 7 de abril del año 30. Jesús tenía entre 35 y 37 años".
viernes, 21 de marzo de 2008
Belén, apenas a nueve kilómetros de Jerusalén, es un símbolo de las profundas contradicciones entre judíos y árabes.
EL DIRECTOR DE LA VOZ DEL PUEBLO WALTER RODRIGUEZ CAMPOS EN LO INTERNO DE LA TUMBA DE JESUCRISTO QUE LOS CRISTIANOS CONSIDERAN EL LUGAR DONDE FUE DEPOSITADO EL CUERPO DE JESUS
Si Jesús naciera hoy aquí, probablemente tendría problemas.
Belén no está en Israel, sino que es un territorio palestino. Si su familia quisiera llevarle a Jerusalén, simplemente no podría hacerlo. O tendría que hacer un complicado trámite para obtener un limitado permiso israelí con el que podría cruzar una impresionante barrera de concreto.
Este juego mental podría sonar a broma, pero es la realidad que enfrentan los 35 mil habitantes de Belén y los poblados aledaños de Beit Jala y Beit Sahur.
Situada apenas a unos nueve kilómetros del sur de Jerusalén, la cuna de Jesús está en la primera línea de la profunda y amarga división de dos pueblos que reclaman para sí el derecho y la propiedad de esta tierra.
El pueblo está cercado por la muralla de hormigón y concreto de siete metros de alto que en 2003 finalizó el gobierno israelí y la cual es vigilada 24 horas al día por el Ejército. Cuenta con sensores, cámaras infrarrojas y muchos otros dispositivos de alta tecnología que la hacen prácticamente impenetrable. El único modo de cruzarla es por el pasadizo habilitado por los militares.
La cerca de seguridad o barrera de separación, como la gustan llamar las autoridades israelíes y los medios, recorre cientos de kilómetros y envuelve sobre todo la mayor parte de Cisjordania, también conocida como la Ribera Occidental del Jordán.
En 1967, victorioso tras la Guerra de los Seis Días contra Egipto, Jordania, Irak y Siria, Israel quitó a los jordanos Cisjordania y Jerusalén Este, en la cual está la Ciudad Vieja y sus sitios sagrados.
En más del 80 por ciento, la cerca no es una muralla elevada de siete metros, sino una sofisticada valla metálica con alambradas de púas.
Para Israel la medida ha sido altamente beneficiosa, porque ha reforzado la seguridad, ha impedido atentados terroristas y sus ciudadanos pueden llevar una vida más tranquila. En comparación con hace unos cuatro años o más, los ataques suicidas en buses, discotecas, centros comerciales o cafeterías en las ciudades israelíes, se han visto considerablemente disminuidos, sostiene el Gobierno.
Una sangrienta excepción la supuso el ataque a una “yeshivá” o seminario rabínico en Jerusalén Occidental, acaecido hace dos semanas, con un saldo de siete muertos y 35 israelíes heridos. Fue perpetrado por atacantes árabes.
En piel propia, pude palpar que en lugares como Jerusalén, Tel Aviv, Kfar Saba (donde asistí a un seminario de tres semanas en Israel), se respira más tranquilidad. Los adultos, los jóvenes, mujeres con niños y hasta los visitantes extranjeros, toman más confiados un autobús, un tren, o se aventuran en los malls urbanos o en bares y restaurantes.
Uno de nuestros profesores, un corresponsal español de una agencia de prensa, de origen judío, nos dijo que como padre de dos niños, a él el muro le hace sentirse mejor.
“Y si lo comparas con el que hay en Ceuta y Melilla (ciudades españolas en el norte de África), éste es una mierdilla”. El muro español busca impedir la migración africana a España.
Pero aquí, en Belén, esa barrera es un muro sólido e imponente y una poderosa causa de agravio y resentimiento.
“El muro israelí ha afectado la economía de Belén, la agricultura; vienen menos turistas, nuestra gente no puede trabajar en Israel”, afirmó para LA PRENSA Víctor Batarseh, Alcalde de Belén.
De acuerdo con este funcionario, los hombres no pueden ir a buscar trabajos manuales con patronos israelíes a los que antes accedían; el turismo ha disminuido: muchos vienen a Belén, van a la Iglesia de la Natividad y se marchan, no pernoctan.
En los hospitales de la ciudad palestina no se puede atender complicadas emergencias médicas, argumenta el alcalde. Una persona con un agudo problema cardíaco debe ser trasladada a Jerusalén.
Y los israelíes no dan permisos, dice Batarseh indignado. “Nuestras ambulancias no pueden pasar al otro lado del muro. Tienen que llegar al muro, se baja al paciente y éste es subido a otra ambulancia”, una israelí.
La desconfianza y el temor a que un suicida se infiltre en una ambulancia palestina, parece motivar a los israelíes.
Una posible explicación la ofrece Amram Mitzna, el Alcalde designado de Yeruham, una ciudad del desierto del Néguev. Ejemplifica con lo que sucede en la Franja de Gaza, un territorio palestino que hoy controla el grupo extremista Hamas.
“Cuando se abren los pasos en Gaza para permitir el paso de comida, medicinas, etc., hay un atentado, alguien se vuela. Mueren incluso palestinos inocentes. Es absolutamente irracional. Me pregunto: ¿Cuál es la lógica de esto?”, arguye Mitzna, un ex general y popular político del Partido Laborista que renunció a su diputación y se fue a servir a su país en el desierto.
Batarseh, de 72 años, es católico y socialista y no pertenece al movimiento Al Fatah del Presidente palestino, aunque respeta la autoridad de Mahmud Abbas. Fue activista del Frente Popular para la Liberación de Palestina, integrante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
En el concejo municipal hay 15 miembros. Ocho son cristianos y siete musulmanes. De ellos, cinco son del grupo Hamas, rival de Al Fatah. Por ellos, algunos círculos de derecha israelíes califican a Batarseh como “un títere” de Hamas, lo cual él descarta.
En la comunidad internacional, los críticos denuncian el muro como un acto ilegal de la “ocupación israelí”, término usado por la ONU.
La Corte Internacional de Justicia emitió en 2004 una opinión consultiva, no vinculante, considerándolo como una violación del derecho internacional humanitario.
Según la CIJ, se priva a los palestinos del derecho al trabajo, asistencia médica, educación y libertad de movimientos y a la autodeterminación. Israel rechazó la declaración y la minimizó. Estados Unidos también la desestimó.
ÉXODO CRISTIANO
Belén, cuna del fundador del cristianismo y Salvador, podría pronto ser un lugar sin cristianos.
En 1900 el 95 por ciento de la población eran los cristianos. Miles se han ido al extranjero, empujados por las guerras y la inestabilidad. Hoy son solamente el 12 por ciento, según religiosos de la vaticana Custodia de Tierra Santa.
Batarseh culpa al muro israelí de los males de Belén y de la huida de cristianos. Algunos grupos cristianos denuncian un acoso por los musulmanes.
Jesús, ejemplo de amor y conciliación, nació aquí. Pero su cuna es hoy una tierra de amargas divisiones y conflicto
Cristianos de todo el mundo conmemoran el Viernes Santo en Jerusalén
LA TUMBA QUE ALGUNOS CRISTIANOS EVANGELICOS CONSIDERAN ES LA MISMA O IGUAL A LA QUE SEPULTARON A JESUS DE NAZARETH. FOTOGRAFIA DE WALTER RODRIGUEZ CAMPOS DE LA VOZ DEL PUEBLO COSTA RICA EN JERUSALEM 2007
Cristianos de todo el mundo conmemoran el Viernes Santo en Jerusalén
Los peregrinos congestionaron las calles de la ciudad antigua, rememorando el camino de la crucifixión de Jesús.
AP
Miles de peregrinos católicos llegados del mundo entero protagonizaron este Viernes Santo la tradicional procesión del Via Crucis en la Ciudad Vieja de Jerusalén, que recuerda la crucifixión de Jesús dos días antes de Pascua.
Distribuidos en grupos, algunos cargaban con grandes cruces, a lo largo de este recorrido de catorce etapas que recuerda la Vía Dolorosa, el camino que Jesús, según la tradición cristiana, emprendió antes de ser crucificado por los romanos.
Recitaban salmos que se confundían con los versículos del Corán difundidos desde los minaretes de las mezquitas de la Ciudad Vieja, antes de la plegaria musulmana del viernes. En el aire, se imponía el olor a incienso.
A través de las estrechas callejuelas de la Ciudad Santa, los cristianos se dirigieron hacia la iglesia del Santo Sepulcro, donde se cruzaron con musulmanes que marchaban hacia la Explanada de las Mezquitas.
La procesión arrancó bajo el sol radiante en el convento de la Flagelación y finalizó en el Santo Sepulcro, donde se situaría el lugar donde Jesús fue sepultado, convertido hoy en uno de los centros de culto cristiano de la Vieja Ciudad de Jerusalén, ocupada y anexionada por Israel.
Representantes de las dos familias musulmanas, Nusseibé y Judé, que poseen las llaves del Santo Sepulcro desde el siglo XIII, abrieron sus puertas el viernes por la mañana para permitir la entrada de los peregrinos.
El patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah, que oficiaba la misa del Viernes Santo por última vez al haber cumplido los 75 años, edad fijada para la jubilación, llegó poco después del inicio de la procesión.
La policía israelí desplegó refuerzos en toda la zona para prevenir cualquier incidente.
"Todavía no me creo que esté aquí", dijo emocionada Maura Mendos, una mujer de 54 años llegada de Texas (Estados Unidos).
"Espiritualmente, me sienta muy bien estar aquí. Es un sueño que se cumple", confió.
Flora Sequirante, un médico de unos 50 años, hizo el viaje desde Toronto, en Canadá. "Es un privilegio para mí estar en Tierra Santa. No encuentro las palabras para describir mi felicidad al haber podido rezar en el mismo lugar donde sufrió Jesús y caminar sobre sus pasos", confesó.
Farid Doueibess, un cristiano de la Vieja Ciudad de Jerusalén, lamentó que sus allegados que viven en la Cisjordania ocupada no hayan podido venir debido al bloqueo impuesto por Israel.
"Hay muchos turistas, pero a las familias cristianas de Cisjordania se les impide venir. Espero que esta situación cambie en el futuro", suspiró.
Los comerciantes palestinos, cuyo negocio se ha resentido del retroceso del turismo a causa de la violencia israelo-palestina, aprovechaban la afluencia de turistas.
"El turismo se recupera poco a poco pese a la tensión persistente", explicó Ghassan Attiya, de 37 años, propietario de una tienda en la entrada del Santo Sepulcro.
No obstante, la mayoría de fieles que trataban de lograr un sitio en la iglesia "no se pararon para las compras", lamentó
Fuertes medidas de seguridad en celebraciones en Jerusalem
LA VIA DOLOROSA NOS RECUERDA EL LUGAR POR DONDE TRANSITO JESUS DE NAZARETH. FOTOGRAFIA 2007
Por miedo a atentados durante la fiesta judía, con múltiples concentraciones callejeras, las fuerzas de seguridad han reforzado visiblemente su presencia en Jerusalén y cerrado además hasta el lunes los accesos a los territorios palestinos.Jerusalén.-La tensa situación de seguridad vivida en Israel no impidió que miles de peregrinos de todo el mundo se concentraran hoy en las calles de Jerusalén para conmemorar el Viernes Santo a lo largo del camino que, según la tradición, recorrrió Jesús hasta el lugar de la crucifixión.
La Semana Santa coincide este año con el Purim judío, una fiesta de disfraces similar al Carnaval. Desde hace días se puede ver a niños y mayores disfrazados por las calles.
En las sinagogas se lee el libro de Esther, sobre la victoria de los judíos frente a sus enemigos en la antigua Persia. Por miedo a atentados durante la fiesta judía, con múltiples concentraciones callejeras, las fuerzas de seguridad han reforzado visiblemente su presencia en Jerusalén y cerrado además hasta el lunes los accesos a los territorios palestinos.
Este fin de semana expiran también los 40 días de luto tras el asesinato del alto oficial de Hizbollah Emad Mughniya. Pese a que nadie ha reivindicado el atentado, la milicia libanesa responsabiliza a Israel y amenaza desde entonces con venganza.
Sin embargo, fieles cristianos de todas razas y procedencias poblaban desde primeras horas de la mañana de hoy la Vía Dolorosa jerosolimitana, a lo largo de la cual están repartidas la mayor parte de las 14 estaciones del Via Crucis.
Algunos de los peregrinos portaban cruces al hombro. Otros cantaban en idiomas varios o se postraban frente a algunas de las estaciones en las que se recuerda el sufrimiento del Mesias de los cristianos.
“Es una vivencia especial visitar el lugar en el que tiene lugar la historia de la muerte y resurrección”, afirma Alexander Schmidt, un alemán.
“Llevamos días dando vueltas por la ciudad y la impresión que me da es que sí, que lo que se narra en los Evangelios tuvo verdaderamente que ocurrir”, dice por su parte Santiago Tomás, un argentino que ha venido a Israel junto con su esposa italiana.
Al igual que muchos otros, Tomás y su mujer pensaron en cancelar su viaje cuando escucharon las noticias del atentado del pasado 6 de marzo en una escuela judía de Jerusalén, en el que murieron ocho estudiantes y el propio atacante. “Finalmente decidimos que vendríamos.
Es la mejor manera de ayudar a los cristianos locales, que son cada vez menos”, asegura Tomás.
Los responsables de las principales casas de peregrinos de Jerusalén explican que en los días posteriores al atentado, muchos viajeros que habían realizado ya su reserva comenzaron a llamar por teléfono para preguntar si el país seguía siendo seguro. Pero no se han registrado cancelaciones.
La Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén reúne en su interior las último cinco estaciones del Vía Crucis, desde que los soldados despojan a Jesús de sus vestiduras hasta que es sepultado. Allí, cientos de personas esperaban para besar la piedra sobre la que se clavó la cruz.
Otros se arrodillaban frente a la llamada Piedra de la Unción, sobre la que supuestamente fue embalsamado el cuerpo de Jesús y que luego sirvió de lápida para cerrar su tumba.
Tan sólo el sepulcro mismo permanecía cerrado, en recuerdo a la muerte de Jesús. Cientos de fieles encendían velas en torno a él. Otros sin más prendían la mechas con el fuego del lugar y las volvían a apagar para llevarlas a sus parroquías en sus lugares de origen. Pese a la avalancha de peregrinos, en las calles de Jerusalén era difícil ver a cristianos locales.
En la ciudad apenas viven 8.000. Y el cierre de los territorios palestinos por motivos de seguridad ha impedido que muchos cristianos de Cisjordania acudan a Jerusalén como en años anteriores para asistir a los oficios litúrgicos. “Sólo se ven extranjeros”, constata el propietario de un café. “Los cristianos de Belén han tenido que quedarse en casa”.
Hoy Viernes Santo miles de cristianos celebran la muerte de Jesús de Nazareth
El muro de los Lamentos en Jerusalem lugar especial para hoy Viernes Santo. FOTOGRAFIA DE WALTER RODRIGUEZ CAMPOS
Una multitud de cristianos locales y peregrinos llegados de todos los rincones del mundo revivieron hoy en la Ciudad Vieja de Jerusalén el agónico camino de Jesús hacia su crucifixión.
Portando cruces de madera o entonando cánticos, los fieles recorrieron las catorce etapas que marcan el sufrimiento de Cristo con la cruz a cuestas tras su condena a muerte por el procurador romano Poncio Pilatos.
Encabezaban la procesión el Patriarca Latino de Jerusalén, Michel Sabah, -quien dejará su puesto al acabar la Pascua- y frailes franciscanos, que custodian los Santos Lugares desde que en el siglo XIII San Francisco visitó la región.
Detrás, miles de filipinos, franceses, españoles, estadounidenses, argentinos e ivorenses inundaban las estrechas callejuelas de la ciudadela amurallada, situada en la parte árabe de Jerusalén y ocupada por Israel desde 1967.
Un crisol de lenguas y nacionalidades avanzaba lentamente a lo largo de los dos kilómetros que separan el pretorio -donde se alojó Pilatos- y el Santo Sepulcro, que integra las seis últimas estaciones del Vía Crucis.
A esta basílica acudían desde primera hora numerosos fieles para postrarse y besar la piedra en la que -según los Evangelios- permaneció durante tres días el cuerpo sin vida de Jesús de Nazaret hasta su resurrección.
"Vine aquí a conocer de primera mano con los ojos y los oídos todo lo que sucedió aquí hace 2.000 años", señalaba el español Manuel Decendro, "seguro" de que su primera visita a Tierra Santa "no será la última".
Este canciller de la orden del Santo Sepulcro reconoce que esta peregrinación "marca un antes y un después" en su vida. "No podré volver a leer los Evangelios de la misma forma", subraya.
Numerosos peregrinos compartían esa sensación de vivir algo extraordinario e inexplicable.
La argentina Paula, por ejemplo, no duda en afirmar que es lo más "bonito" y "maravilloso" que ha visto, mientras que Julio, de Gijón (norte de España), está cumpliendo un "sueño" y viviendo "una experiencia inolvidable".
Por su parte, Linda López, una colombiana de 21 años de edad que reside en Israel, está feliz de poder "compartir la religión con todas las personas del mundo" frente al Santo Sepulcro, situado en la colina llamada Gólgota, donde Jesús fue crucificado.
Muchos de estos peregrinos visitaban Tierra Santa por primera vez, en línea con el aumento del turismo religioso que ha experimentado la ciudad en paralelo al descenso del número de atentados.
Las fuerzas de seguridad israelíes vigilaban intensamente el hormigueo de devotos, entre los que se cuentan numerosos miembros de la minoría cristiana palestina.
Faltaban, sin embargo, muchos creyentes de Gaza y Cisjordania, pues las autoridades militares israelíes cierran cada año los territorios palestinos con motivo de la festividad de Purim, una especie de carnaval judío que también se celebra estos días.
Además de la decreciente comunidad árabe cristiana, las calles de la Ciudad Vieja se llenaron de israelíes de origen ruso -que emigraron por tener familia judía pero en realidad siguen el Nuevo Testamento- y de trabajadores de países mayoritariamente cristianos, como Rumanía o Filipinas.
Todos ellos recuerdan con su presencia en esta Semana Santa que Jerusalén no es sólo judía y musulmana.
fllq
LA VOZ DEL PUEBLO ESTUVO EN TIERRA SANTA EN EL 2007 ES DIFICIL SER CRISTIANO EN TIERRA SANTA
LUGAR EN EL QUE ALGUNOS CREEN FUE CRUCIFICADO UN VIERNES SANTO JESÚS DE NAZARETH. FOTOGRAFIA DE WALTER RODRIGUEZ CAMPOS EN SU VIAJES CON VIAJES ALCALA
JERUSALEN - La vida de los cristianos en la Tierra de Jesús se ha convertido casi en una quimera debido a los graves problemas que afectan a esa minoría, cada vez más reducida debido a una fuerte emigración.
Misión heroica
"Ser cristiano en Tierra Santa es realmente ser un héroe", aseguró a Efe el padre chileno Sergio Olmedo, superior del Convento de San Juan del Desierto, durante uno de los actos de esta Semana Santa.
A diferencia de España o América Latina, la Pascua se celebra por estas tierras en la austeridad que caracterizó la vida de Jesús, y siempre a la sombra de los problemas que los cristianos deben afrontar en su vida diaria.
"Los cristianos son discriminados por los árabes por no ser musulmanes, y por los judíos por ser árabes", sentencia el religioso, al describir una situación harto conocida y para la que la Santa Sede no parece encontrar solución por la coyuntura de conflicto que se vive en la región desde hace décadas.
Políticamente dividida entre cuatro países o entidades políticas, la diócesis de Tierra Santa, que encabeza el palestino Michel Sabah, la forman Israel, Jordania, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Chipre.
Con la excepción de esta última, las otras tres comunidades están sujetas a los designios y regulaciones de gobiernos elegidos por mayorías de otras confesiones -musulmana y judía-, a veces sin disfrutar de los mecanismos constitucionales que protejan sus derechos más básicos y, otras, limitados en sus movimientos por los lugares santos por la existencia de fronteras políticas.
Libertad cercenada
Una libertad que muchos cristianos en Cisjordania y Gaza ven cercenada precisamente durante la Semana Santa porque la mayoría de los actos tienen lugar en Jerusalén, a la que sólo puede entrar con permisos especiales de las autoridades militares israelíes.
Para ello deben cruzar el muro de separación construido en los últimos años, cuyo impacto a nivel económico para la comunidad cristiana ha sido particularmente devastador porque ha quebrado las estrechas relaciones comerciales que existían históricamente entre empresarios de Jerusalén, de un lado, y los de Belén y Ramala, del otro.
Las restricciones israelíes al libre movimiento de palestinos y la situación de crisis económica permanente en los territorios palestinos desde el estallido de la Intifada de Al-Aksa en septiembre de 2000, han llevado a muchos de estos cristianos a emigrar en busca de un futuro mejor.
"La vida de los cristianos palestinos no es nada fácil", afirma Catherine Dupeyron, autora del libro "Cristianos en Tierra Santa: ¿desaparición o mutación?" (Albin Michel, 2007, en francés), quien no obstante sostiene que el fenómeno de la emigración de esa minoría no es nuevo.
Según la experta, se da la curiosa paradoja que cuando a finales del siglo XIX llegó la expansión del cristianismo en Tierra Santa -después de cuatro siglos de dominio otomano-, los cristianos, en lugar de aprovechar el boom económico y religioso de la época, comenzaron a marcharse.
Después influyó el conflicto desatado tras la creación del Estado de Israel en 1948, la ocupación militar a partir de 1967, y más recientemente, dice la escritora, "la fuerte islamización de la sociedad" palestina.
El resultado final es que, en la actualidad, los cristianos palestinos representan sólo un 1.2 por ciento de la población de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, con sólo unos 50 mil miembros.
Otros 150 mil residen en el territorio de Israel, sobre todo en la Galilea, donde las mejores circunstancias económicas y las defensas jurídicas a su disposición les han convencido de quedarse.
"Desde 1970 la población palestina cristiana de Israel se mantiene estable", sentencia Dupeyron.
En su libro, la periodista francesa expone también un fuerte crecimiento del cristianismo en Israel gracias a la llegada, en los noventa, de más de 70 mil trabajadores extranjeros con residencia que proceden de distintos países cristianos (como Rumanía o Filipinas), y entre 300 mil y 400 mil emigrantes rusos.
Legalmente, los emigrantes rusos llegaron al país como "judíos", "descendientes de judíos" o por matrimonios con judíos, pero en realidad no profesan esa religión sino, en un gran número, el cristianismo.
En Israel, los cristianos representan hoy un 6 por ciento de su población, lo que recientemente llevó a la Santa Sede a replantearse la organización de su diócesis de Tierra Santa y abrir una Iglesia hebreoparlante para satisfacer las necesidades religiosas de esta comunidad.
lunes, 10 de marzo de 2008
Misterios Bíblicos
Misterios Bíblicos
Autor: Lic. Dawlin A. Ureña
(El Lic. Ureña es Pastor, y miembro de la Asociación Científica
CRS - Creation Research Society)
"Ya'akov bar Yosef akhui di Yeshua".
Unas palabras en arameo en el interior de un osario de caliza podrían convertirse en la primera referencia arqueológica sobre la vida de Jesús de Nazaret.
"Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús".
Eso dice la inscripción analizada por el filólogo francés André Lemaire, de la Universidad de la Sorbona, en una urna fúnebre que según los expertos data del año 63 después de Cristo.
Lemaire explica en la Revista de Arqueología Bíblica que de los cientos de cajas fúnebres de aquella época que se han encontrado, sólo en dos aparece algún tipo de referencia al hermano del muerto.
Esto indicaría, según el investigador francés, que el Jesús al que se hace referencia en este osario era una persona popular o públicamente conocida, como el Nazareno.
Si se comprueba la teoría del filólogo francés, esta urna sería la primera referencia arqueológica sobre Jesús del primer siglo. Hasta hoy, el objeto más antiguo en el que aparece el nombre del Nazareno es un fragmento del Evangelio según Juan en un papiro que data del 125 después de Cristo, aproximadamente.
¿El hermano?
Según Flavio Josefo, el historiador judío del primer siglo, Jacobo -conocido también como Santiago o Tiago- fue condenado a muerte por lapidación en el año 62 o 63 por predicar la divinidad de Jesús.
"El hermano de Jesús, también llamado Cristo, Jacobo de nombre", escribe Josefo, pero la Iglesia católica nunca ha aceptado que aquel que vio la luz en Belén haya tenido hermanos biológicos.
Aunque en varios pasajes de la Biblia se lee sobre los "hermanos" de Jesús, el catolicismo entiende que esta palabra indica un parentesco, como "primos", pero no un lazo de sangre directo, ya que para el Vaticano, la Virgen María sólo concibió -por la gracia divina- a Cristo.
Muchos ortodoxos ven en Jacobo a un hijo anterior de José, mientras que los protestantes casi en su totalidad se inclinan por la hermandad biológica.
El osario
La inscripción que ha causado tanto revuelo arqueológico, histórico y teológico llegó a ojos de Lemaire por casualidad.
Un hombre que ha preferido mantenerse en el anonimato compró la urna hace 15 años en un remate, por una cifra entre 200 y 700 dólares.
El comerciante árabe que se la vendió le informó que provenía de un suburbio de Jerusalén colmado de tumbas antiguas.
Durante una reunión, el nuevo propietario invitó al filólogo a echar una ojeada a las palabras talladas en la piedra sin saber ninguno de los dos lo que saldría de ese fortuito encuentro.
Los osarios de este tipo fueron utilizados por los judíos entre los años 20 y 70 después de Cristo. Luego de que el cadáver de la persona querida se desintegraba tras estar enterrado cerca de un año, los huesos eran guardados en estas urnas de piedra calcárea.
Este artefacto es uno de los pocos artefactos de la antiguedad que menciona las figuras del Nuevo Testamento. Otro de los objetos que se ajusta a esta rara clasificación es el osario de Caifás, el Sumo Sacerdote que entregó a Jesús a los romanos. La tumba de Caifás fue descubierta en 1990. Además, hace unos 40 años los arqueólogos descubrieron una inscripción en un monumento que mencionaba a Poncio Pilato.
"El osario de Santiago podría ser el descubrimiento más importante en la historia de la arqueología bíblica," dijo Hershel Shanks, editor de Biblical Archaeology Review. "Tiene implicaciones no solamente para escolásticos, sino también para el entendimiento en general de la Biblia." En otras palabras, ahora no hay excusa para decir que Jesús no fue un personaje histórico.
Las pruebas de laboratorio llevadas a cabo por parte de Geological Survey de Israel confirmó que la piedra caliza provenía del área de Jerusalén y más importante que todo, muestra libertad total de influencias modernas.
El asombroso descubrimiento es también significativo porque corrobora con la existencia de José, el padre de Jesús, Santiago, el hermano carnal de Jesús (la palabra usada en esta recién descubierta escritura se refiere a un hermano carnal, no a un primo u otro familiar, como intentaron promover los católicos para defender la doctrina inventada a mediados del 1900 para defender la alegada "virginidad perpetua de María") y finalmente prueba la existencia de la Iglesia cristiana a temprana edad después de la crucifixión de Jesús. (Ver Mateo 13:55-56 y Gálatas 1:18-19).
Ya se ha levantado una oleada de "científicos" quienes, en pos de una ciencia objetiva, han lanzado una nube de dudas sobre el descubrimiento tratando de alegar que la mención de estos nombres pudo haber sido puramente coincidencial. Sin embargo, los científicos responsables del descubrimiento alegan que aunque el uso de estos nombres mencionados en el artefacto arqueológico eran muy comunes en los tiempos de Cristo, las probabilidades estadísticas de que aparezcan combinados de la forma en que lo fueron es absolutamente imposible. Además, alegan los descubridores, la mención de un hermano de una persona tan conocida como lo era Jesús en esos tiempos no es rara.
¿Pero será Jesús, el hijo de Dios para los cristianos? Otros arqueólogos sólo han considerado "probable" la teoría de Lemaire pero no se arriesgan aún a aceptarla. "Es probable que nunca tengamos la certeza" indicó Kyle McCarter, de la Universidad John Hopkins.
A este cienfífico de la universidad John Hopkins debemos preguntarle, ya que es un conocido evolucionista, si él es tan "objetivo" en su creencia de la evolución, sabiendo que las posibilidades de que la vida haya evolucionado de manera puramente natural en el planeta tierra es 1 dividido entre un 10 seguido por 40,000 ceros. Pero por supuesto, aceptar este descubrimiento supondría la aceptación del Cristo histórico, y eso, eso mis queridos lectores, está más allá de las posibilidades para el señor McCarter. ¡Eso significaría tener que arrepentirse!
Gloria a Dios el Padre que ha permitido que en el momento en que a Él le ha convenido, estas cosas hayan salido a la luz pública para gloria del nombre que es sobre todo nombre, el NOMBRE DEL ÚNICO DIOS VERDADERO... JESÚS DE NAZARET.
Pastor Dawlin A. Ureña
Grand Rapids, Michigan, USA
Suscribirse a:
Entradas (Atom)