domingo, 11 de mayo de 2008
VERSIONES DE LA BIBLIA
¿QUE HACEMOS CON TANTAS VERSIONES?
Por: Rafael Serrano
La primera impresión que tenemos al observar las diferentes versiones disponibles hoy en día en nuestro idioma es de inseguridad. Tendemos a preguntamos: ¿Acaso la Biblia no es una sola? ¿Por qué hay diferentes versiones? Por otra parte, si somos creyentes desde hace algún tiempo probablemente tenemos ya una versión preferida y no nos gusta que nos muestren otras opciones.
Sin embargo, conviene observar el hecho de que en la Biblia misma encontramos no una, sino cuatro versiones de la vida de Jesús: los cuatro Evangelios. ¿Por qué el Espíritu Santo decidió inspirar cuatro relatos de la vida de Jesús en lugar de uno? Si miramos el propósito y los destinatarios de cada Evangelio encontramos que Dios tenía en mente llegar a diferentes clases de audiencias y con diferentes propósitos.
El Evangelio de Mateo debió tener una audiencia de cultura judía porque está lleno de referencias a Jesús como el Mesías prometido y cita textos conocidos por los judíos. En cambio, Marcos, enfatiza en Jesús como Todopoderoso, hacedor de milagros, algo que a una audiencia de cultura gentil impresionaría mucho. Lucas busca mostrar la obra del Espíritu Santo, y el Evangelio de Juan enfatiza la deidad de Jesús. Ninguno contradice al otro, ninguno sobra, todos se complementan.
Creo que los creyentes debemos tener la misma mentalidad con respecto a las diferentes versiones de la Biblia. No rechazarlas ni "casamos" con una sola versión. Recordemos que la palabra de Dios inspirada es una referencia a los originales, no a las versiones. No hay ninguna "versión inspirada" en contraste con las otras que no lo son. Todas las versiones son traducciones de la inspirada palabra de Dios.
En español el 99% de las versiones son completamente confiables y hechas por instituciones serias y responsables. Esto es una bendición. Tenemos instituciones como el Centro Mundial de Traducción de la Biblia , las Sociedades Bíblicas Unidas, la Sociedad Bíblica Internacional y la Fundación Lockman , para citar sólo algunas de las instituciones que traducen fielmente la palabra de Dios a nuestro idioma.
Debemos usar cada versión conforme al propósito y la audiencia que tengamos en mente. Cada vez que abrimos la Palabra o la compartimos con alguien tenemos un propósito y una audiencia definida. Si queremos preparar un sermón o una clase, se aconseja que tengamos varias versiones a disposición para poder entender el pasaje en cuestión. Si vamos a hablar y a compartir la palabra de Dios con un niño entonces comprobaremos que una versión como la Versión Popular nos va a ayudar más porque el vocabulario del niño es limitado y necesita claridad y simplicidad. Es mucho más fácil para el niño entender Mateo 19.14 así: "Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan", en la Versión Popular , que "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis", en la Reina Valera , porque los niños latinoamericanos no conjugan los verbos con el pronombre "vosotros". (Tampoco lo hacen los adultos).
Pero a la hora de preparar un sermón, la Reina Valera es muy útil, debido a que es muy literal. Es la Biblia preferida por los predicadores y maestros a la hora de preparar sus sermones, junto con la Biblia de las Américas y la de Jerusalén.
Cuando estamos predicando a gente no creyente, a personas envueltas en un ambiente de violencia y miseria como el que vivimos en muchas de nuestras ciudades, y queremos enseñar Santiago 3.18, tenemos que reconocer que definitivamente es mejor mostrarle que "aquellos que promueven la paz por medios pacíficos están sembrando una cosecha de justicia", en la versión la Palabra de Dios para Todos, PDT, que "Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz", en la Reina Valera. Definitivamente la versión del Nuevo Testamento la Palabra de Dios para Todos es una herramienta invaluable para llevar la palabra de Dios a la gente que no conoce a Jesucristo y que no está familiarizada con el lenguaje "religioso".
Esos textos que hemos mostrado anteriormente pueden sonar muy claros para nosotros en las versiones más antiguas, pero no para los niños ni la gente que no conoce al Señor Jesucristo. Si verdaderamente estamos interesados en llevar la palabra de Dios al corazón de la gente, debemos dejar de lado nuestras preferencias personales y pensar en la otra persona, la que va a recibir el mensaje. Si lo hacemos así entenderemos la utilidad de las muchas versiones. No nos seguiremos oponiendo a las nuevas versiones sino que entenderemos el propósito de cada una.
El hecho de que existan varias versiones no muestra desorden ni desunión. Todo lo contrario: demuestra la vitalidad de la comunidad cristiana en nuestra América y en nuestro idioma. Muestra el esfuerzo de todos los creyentes por facilitar el acceso de la palabra de Dios a todos los públicos.
En la época de Jesucristo no había una sola versión de lo que ahora conocemos como el Antiguo Testamento y sin embargo no vemos a ninguno de los primeros cristianos molestándose por eso ni criticando ese hecho. Tampoco los vemos temerosos de que se perdiera o se diluyera la palabra de Dios, como en efecto no sucedió, porque sigue viva y eficaz después de tantos siglos.
No podemos agarrar una versión antigua y literal y ponerle una tapa con un dibujito para niños y decir que es "una Biblia para niños" porque una Biblia para niños debe estar en una ver sión que tome en cuenta el lenguaje de los niños. No podemos utilizar una versión en español antiguo, europeo, llena de vocabulario religioso antiguo y desusado para predicar en las cárceles a personas sin educación y sin tras-fondo religioso.
Necesitamos una versión que tome en cuenta las condiciones de los presos y de los que viven al margen de la educación. En esto de utilizar las versiones tomando en cuenta a quien le dirigimos el mensaje tenemos que seguir el ejemplo de Pablo que se adaptaba a sus audiencias. Ese es el bello mensaje de 1 de Corintios 9.19-23. ¿Por qué lo hacía? Para conseguir ganar para Cristo al mayor número de ellos, como él mismo dice: "para poder ayudar a salvar al mayor número posible de gente" (1 de Corintios 9.19, PDT).
¿Qué hacemos con tantas versiones? ¡Pues usarlas para ganar al mayor número posible de gente!
—Rafael Serrano, Director de Ministerios Hispanos, Centro Mundial de Traducción de la Biblia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario